¿Cómo puedo fortalecer mi rodilla después de una cirugía?
- Alberto Leal
- 3 ene 2017
- 4 Min. de lectura
Como bien sabemos, encontramos un abanico de patologías de rodilla que son susceptibles de ser tratadas por medio de cirugía, por ejemplo, rotura de ligamento cruzado anterior o posterior, problemas meniscales etc
Después de una intervención de este tipo la musculatura de la rodilla se ve debilitada, tanto por el trauma generado en la cirugía como por la inmovilización que genera. Por tanto, hemos de tener en cuenta que es importante ir fortaleciendo dichos músculos de forma progresiva conforme evolucionamos en nuestra recuperación
Antes de explicar los diferentes tipos de ejercicios, nos gustaría comentar que cada cirugía es diferente y no podemos generalizar los ejercicios que vamos a enumerar para cualquier tipo de intervención. Por tanto, siempre sigue los ejercicios y recomendaciones de tu fisioterapeuta, el cual conoce tu patología más a fondo y elegirá uno u otro ejercicio en función de tu situación.
Para comenzar, dividiremos los ejercicios en tres fases de la recuperación:
Fase inflamatoria y que no puede apoyar
Contracción isométrica de isquiotibiales.
El paciente ha de colocarse boca arriba con las rodillas flexionadas a unos 10 grados.

Desde aquí, el ejercicio consistirá en presionar los talones contra el suelo, contrayendo la musculatura isquiotibial de forma isométrica. Mantenemos la tensión 5 segundos y luego relajamos, repitiendo 10 veces el ejercicio. Deberemos ir progresando, introduciendo más series conforme el paciente vaya recuperando la fuerza muscular.
2. Contracción isométrica de cuádriceps.

El paciente debe realizar el ejercicio boca arriba, colocando un cojín, almohada o toalla enrollada bajo de la corva (hueco poplíteo) de la rodilla intervenida. Una vez aquí, el ejercicio consistirá en que el paciente intente comprimir el elemento que tiene situado en su hueco poplíteo contra la camilla o superficie sobre la que esté acostado, manteniendo 5 segundos la contracción. Se deberán realizar un total de 10 repeticiones, aunque al igual que en el ejercicio anterior, conforme avancemos durante la recuperación aumentaremos el número de series.
3. Contracción isométrica de aductores

Paciente colocado boca arriba, con una pelota de Bobath entre ambas piernas. Desde esta posición deberá intentar juntar ambas rodillas comprimiendo la pelota, manteniendo dicha contracción durante 5 segundos. Al igual que anteriormente, realizaremos entorno a 10 repeticiones aunque iremos aumentando tanto en series como en repeticiones conforme avancemos en la rehabilitación del paciente.
Fase que ya puede apoyar pero no completamente
Traslados de peso apoyado a una silla.

El paciente deberá colocarse detrás de una silla agarrado al respaldo con las rodillas en leve flexión. Desde esta posición deberá realizar traslados de peso de un lado del cuerpo al otro con el objetivo de ir estimulando la carga en la rodilla intervenida, en este caso carga parcial. Así conseguiremos ir estimulando los diferentes músculos que deberán estabilizar la rodilla durante la bipedestación.
Deberemos ir dejando caer el peso sobre la rodilla intervenida de forma progresiva. Las primeras veces que se realice el ejercicio se traspasará menos peso a éste y se irá aumentando progresivamente. Lo realizaremos durante 5 minutos para ir aumentando el tiempo conforme avancemos en la recuperación.
2. Ejercicio de isquiotibiales arrastrando una toalla
Paciente colocado boca arriba, rodillas flexionadas y talones apoyados sobre una toalla o superficie resbaladiza contra el suelo. Desde aquí deberá levantar los glúteos del suelo e ir deslizando los talones llevando la rodilla a extensión, realizando un excéntrico de isquiotibiales.

El ejercicio deberá realizarse de forma progresiva ya que es bastante exhaustivo. En las primeras ocasiones que se realice deberá de llegarse a una extensión moderada para ir progresando en las siguientes sesiones. Se realizarán pocas repeticiones las primeras sesiones e iremos aumentando en las sesiones siguientes.
3. Sentadillas apoyado en la pared

En este ejercicio nuestro paciente deberá apoyar su espalda contra la pared dejando los pies apoyados completamente unos pasos por delante. Desde esta posición deberá flexionar levemente las rodillas hasta donde pueda mantener la posición. Una vez aquí mantendremos 10 segundos la posición aproximadamente y volveremos a la extensión para descansar 10-15 segundos. Realizaremos un total de 3 series de 10 repeticiones.
También puede realizarse con un fit-ball entre la espalda y la pared para dar mayor inestabilidad. Iremos haciendo la sentadilla con más flexión conforme el paciente vaya evolucionando y fortaleciendo su rodilla.
Fase en la que ya puede apoyar
1.Rodilla flexionada parcialmente, una pierna.
En el siguiente ejercicio el paciente deberá colocarse de pie y desde aquí dar una zancada hacia adelante, apoyando la punta del pie que queda atrás y apoyando el pie completamente que queda delante. Aquí mantendrá la posición 2-3 segundos y volverá a la posición inicial.
Repetiremos un total de 3 series de 10 repeticiones. Las primeras veces que se realice el paso deberá ser más corto para ir haciendo la zancada cada vez más grande y hacer trabajar más la musculatura en las siguientes sesiones.
Sería conveniente tener a alguien al lado por si se pierde el equilibrio o colocarse al lado de una pared y poner una silla al otro lado para agarrarse y no caerse.
Podemos hacer el ejercicio más complicado apoyando la pierna de delante en un bosu.

2. Excéntrico de aductores arrastrando el pie.
Para realizar este ejercicio el paciente debe colocarse en una superficie deslizante de pie con los brazos en jarra colocados en su cintura. Una vez aquí el paciente estirará lateralmente una pierna y seguidamente juntará la otra para volver a quedar de pie con las piernas juntas. Realizaremos un par de pasos laterales hacia un lado y otro par hacia el otro lado, repitiendo el ejercicio 5 veces, descansando 1 minuto y volverlo a realizar en 3 series.
Primero, lo que conseguimos con este ejercicio es un excéntrico de aductores cuando estiramos la pierna, seguido de un concéntrico cuando juntamos ambas para volver a la posición inicial.
Es conveniente que la superficie sea deslizante pero que no sea muy resbaladiza ya que podemos provocar un estiramiento excesivo y lesionar al paciente.

Esperamos que os haya sido de gran ayuda! y recordar, acudir a vuestro fisioterapeuta personal para que os recomiende los ejercicios más adecuados para vuestro caso!
Un saludo y Feliz Año 2017 a todos los lectores!
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